Por el momento: cuelgo de esta manera el cartel de "Bienvenidos" que aunque no veais cada vez al entrar, enterrado como corresponde bajo las futuras historias, siempre estará presente: fantasmal y esperanzado.
Como en mi otro blog, me he subido a este nuevo escenario desde donde la misma obra se vestirá con ropajes propios.
Sin duda, tras las últimas temporadas, la experiencia de un servidor (no se lo crean del todo) ahora es un hecho.
Es como ponerse las botas, día tras día, con las que... ay... habremos de morir.
Pero, mientras tanto, que estalle la alegría, que la danza se desate, que el vino y la sangre (unas gotas rituales) salpiquen las ropas sudorosas. Saltemos, enredémonos, entrecrucémonos, cantemos, no perdonemos al débil (pero ayudémoslo a andar recto... hasta donde nos sea posible y lo permita esa paciencia mortal que en uno u otro grado todos acarreamos)...
La botella está a desbordar de luciérnagas, de estrellas minúsculas y aladas, de ganas de llegar hasta donde no se ha llegado y hasta donde tal vez no lleguemos... tal y como podemos pensar que seremos y tal y como nos gusta pensar que ellos lleguen a serlo...
Y está ya destapada... dejando escapar lo que contiene... hasta que se agote todo lo que se recrea y bulle y se recrea de nuevo dentro; sopa de lagartija y gato negro.
Bienvenidos, pues; pasen y escuchen con los ojos sin esperar a que haya muerto o me hayan encerrado.
guf zoquetes
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"A la vista del hecho de que ahora me rodeo de zoquetes, moriré entre
zoquetes, y en mi lecho de muerte estaré rodeada de zoquetes que no
entenderán lo...
Hace 25 minutos